jueves, 16 de octubre de 2014

Las "elecciones" de Bolivia y el "60" por ciento de la victoria de Evo Morales

Bolivia es una mini satélite de Venezuela  y sus instituciones son una copia fiel de las establecidas por Hugo Chávez en la región. Cada maniobra electoral tiene resultados predecibles, pues el sistema electoral responde a una sola mano y no a la decisión del colectivo. Esa es la regla del chavismo y los venezolanos lo hemos aprendido a lo largo del proceso de estrangulación del país que ya lleva unos largos 15 años.
El último show electoral de Bolivia no podía ser diferente. Evo Morales ha aprendido las reglas del "Socialismo del siglo XXI" cuyo manejo le permite permanecer en el poder hasta que la muerte los separe.
Este tipo de liderazgo populista, que ha pululado en América Latina y que ha carcomido las institucionalidad democrática, ha convertido las elecciones en un instrumento de legitimación de sus regímenes tal como hicieron las viejas dictaduras del siglo pasado.
Nada cambiará si la sociedad no reacciona, sí no se une para salir de la apoplejía colectiva que ha sembrado este perverso sistema.
A continuación reproducimos una nota del portar EJU que plasma la patética realidad que viven los boliviano con este nuevo asalto a la democracia.
La aritmética del fraude
A la vergonzosa tardanza del Tribunal Supremo Electoral (TSE) deben sumarse extrañas prácticas de cómputo, solo comparables a las de la tristemente célebre Corte Nacional Electoral de la Venezuela chavo-madurista.
Si durante las tres décadas anteriores el tribunal arrojaba resultados fiables en apenas 24 a 48 horas, ahora el TSE, munido de tecnología de punta y amplio presupuesto, no puede hacerlo en menos de una semana. Y en algunos casos se anuncia que las cifras finales recién estarían disponibles el próximo mes.
Las extrañas prácticas de las que hablábamos son varias, y van desde acelerar el cómputo cuando no están presentes los representantes de las organizaciones políticas (sucedió ayer en La Paz, cuando tras el retiro de los delegados el TSE pasó raudamente de 60 a 90% del escrutinio), hasta un rarísimo cómputo inverso como el que tiene lugar en una circunscripción de Sucre, donde el martes a las 9 de la mañana se había escrutado el 75%, mismo que luego pasó a 64% y a las 15:00 horas bajó finalmente al 47%.
O el TSE está en el túnel del tiempo o estamos ante la aritmética del fraude.
El tribunal alega “malas sumas” en su página web, pero a juzgar por sólidas denuncias en Santa Cruz éstas se habrían producido también en las actas de unas 550 mesas, a cargo de notarios nombrados a dedo por el director del Sereci.
En las mismas se habrían registrado más votos que votantes, lo que viciaría de nulidad al 10% del sufragio en el departamento oriental.
¿Serán esos 10 puntos de votación la magnitud del fraude a escala nacional?
notishots@gmail.com


http://eju.tv/2014/10/la-aritmetica-del-fraude/

martes, 7 de octubre de 2014

Constitución, movilización y votación por el padre Luis Ugalde


La crisis política, social, moral y económica que atraviesa Venezuela ha descompuesto todas las instituciones del país. No hay forma de colocar orden a este enorme desorden que ha generado el chavismo en sus 15 años de destrucción. Hasta ahora nadie ha podido calcular las enormes pérdidas que ha sufrido el patrimonio nacional bajo el mando de este régimen corrupto, donde las enormes fortunas florecen a diario, al igual que la indignación de colectivo que se ve arrastrado por políticas económicas fracasadas. Este artículo del padre Ugalde nos deja una visión de lo que puede ser una salida al caos que vivimos como sociedad. 
Constitución, movilización y votación por el padre Luis Ugalde
Venezuela necesita que el creciente malestar socioeconómico y la indignación contra la corrupción e ineptitud gubernamental se expresen en movilizaciones que incluyan las elecciones parlamentarias de 2015. Votar para el cambio, y al mismo tiempo asumir con vigor los malestares de la población para transformarlos. Vemos tres tareas urgentes para ello:
1-Nuevo CNE y movilización. Todo venezolano está obligado a rechazar las violaciones de la Constitución (art. 333). Ella establece que “el Consejo Nacional Electoral estará integrado por cinco personas no vinculadas a  organizaciones con fines políticos” (art. 296) y que “los órganos del Poder electoral garantizan la igualdad, la confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la personalización del sufragio y la representación proporcional” (293). Millones de venezolanos sabemos que esto se viola y que el CNE en todos los procesos electorales actúa como ficha del Gobierno. Ahora, cuando el ambiente y las encuestas indican el profundo malestar nacional y el clamor por un cambio en paz, dentro del marco democrático constitucional, el Gobierno más que nunca se aferrará al partidismo y militancia de la mayoría de los 5 miembros del CNE y de sus diversas instancias regionales y locales.
 Sería  trágico que en el actual desastre nacional, el Régimen triunfara en las parlamentarias de 2015 y sería una falta imperdonable de los opositores que, por miopía o intereses particulares, le dieran ese triunfo. Para los demócratas es prioritario no permitir ni trampa ni ventajismo anticonstitucionales en el proceso electoral; entre ellos hay diversas opiniones sobre varios puntos, pero lo fundamental es lograr consenso y una movilización vigorosa para no regalarle al actual mal gobierno ese triunfo. Unidos para lograr del gobierno un proceso electoral limpio. El nuevo CNE debe ser equilibrado políticamente, y no de 4 contra 1, a favor del Gobierno, ni tampoco de 3 contra 2 violando la Constitución. El Gobierno más que nunca se aferrará al partidismo y militancia de la mayoría de los 5 miembros del CNE y  de sus diversas instancias regionales y locales; solo cederá, ante una formidable movilización nacional e internacional exigiendo un equipo arbitral imparcial con garantía para todos por igual. Urge este nuevo CNE. La oposición, atropellada en el pasado, debe unirse sin grietas en torno a esta batalla de la que dependen las demás batallas políticas por el rescate de la democracia. Será imposible sin una movilización de las diversas instancias de la sociedad, y no solo de los partidos políticos. Esta es una bandera unificadora que marcha junto con el inmenso deseo de cambio en el país: organizaciones de derechos humanos, estudiantes, gremios y sindicatos, universidades, iglesias, empresarios, otras instancias de la sociedad civil, partidos políticos… Una gran movilización nacional e internacional de este tipo se volverá irresistible y dejará en evidencia a un Gobierno antidemocrático, si  éste se niega a cumplir la Constitución. Tiempo habrá más adelante para los cambios en la Constitución o de la Constitución. Ahora urge que este Régimen, que tiene gravemente enfermo al país, no salga reforzado el año que viene con votos por falta de visión y decisión de los dolientes del desastre,  para exigir un CNE imparcial y constitucional.
 2- Pronta lista unitaria de candidatos. Además la oposición para ganar de modo contundente la mayoría de diputados tiene que activar, ya sin demora, la escogencia de los candidatos, por consenso o por primarias, mecanismos exitosos que en el pasado sirvieron para decidir las candidaturas, y luego, en la sustitución de los alcaldes de San Cristóbal y San Diego, para que el voto resultara un espaldarazo a los dos alcaldes arbitrariamente destituidos y apresados.
3- Movilización social y voto decidido. Las elecciones están cerca y hay rumores de que el Gobierno, consciente de su creciente deterioro, quiere adelantarlas, pues teme una derrota contundente. Además tratará también de dividir a la oposición y de fomentar su abstención. Sin renunciar a las diferencias legítimas, y combinando con otras muchas e importantes luchas sociales y políticas que recojan el malestar de la población y defiendan a ésta de la corrupción y de la ineficiencia gubernamental, hay que ganar la batalla clave de 2014-15, y desde ya movilizarse para cambiar la composición y actuación anticonstitucional del CNE. Movilización plural hasta lograrlo. En todo caso  votar, votar y votar contra viento y marea, llueve o truene.