Por Maibort Petit
La noticia de la expulsión de la Cónsul de Venezuela en Miami por parte del gobierno de los EEUU desató un polvorín en Caracas y en Miami. Hugo Chávez aprovechó la rueda de prensa que dió con su amigo y socio, Mahmud Ahmadinejad para disparar contra el Imperio e informar que Livia Acosta estaba en Venezuela desde el 31 de diciembre por razones de seguridad.
Mientras tanto en Miami, voces del Consulado en Brrickell informaban a la prensa que Acosta regresaría al país ayer. En la tarde, el periodista, Julio César Camacho logra entrevistar a la Cónsul vía telefónica, tras lo cual se tejieron más hipótesis sobre el misterioso paradero de la diplomática acusada de espiar a la Secretaria de Estado, Hilary Clintón y a altos funcionarios de Washington y de participar en un complot cibernético contra las instalaciones nucleares norteamericanas conjuntamente con funcionarios iraníes.
El asunto de la Cónsul dejó claro el estado de deterioro de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos. También arrojó dudas sobre la eficiencia de los servicios de inteligencia americanos, y sobre la existencia de planes secretos que andarían en marcha en Latinomérica y que apuntan a los EEUU.
Chávez consiguió en la expulsión de la Cónsul una razón más para arremeter contra EEUU. El autoritario presidente calificó de “arbitraria” e “injustificada” la decisión estadounidense y le restó importancia a las denuncias sobre el complot.
Para hoy se esperan nuevas acciones. No se descarta que el gobierno venezolano ordene la salida de más funcionarios estadounidenses de la fortaleza de Valle Arriba, en Caracas donde está ubicada la Embajada de los Estados Unidos.
Sobre el paradero de la Cónsul, todo apunta a que está en Caracas y que las versiones dadas ayer en la sede consular eran para desviar la atención de la prensa. Y la entrevista telefónica ? Se la podemos adjudicar a un Magic Jack......Hay más sopresas sobre este tema
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